Jaime Serra, 2021
85 cm x 120 cm
Fotografía sobre papel de algodón
Fotografía: Cristina Reche
Modelos: Anaïs González (Gaia),
Pep Puig (Viejo 1), Jaime Serra (viejo 2)
Maquillaje: Shamyle Orias
Producida por Centre de Cultura Contemporània
de Barcelona para la exposición Ciencia Fricción.
Con el agradecimiento al Consorci de l’entorn
de la Colònia Güell, cuya Cripta de Antoni Gaudí,
patrimonio de la humanidad, es escenario de la imagen.
Gaia y los viejos
Esta imagen propone un debate entre diversas cuestiones que comulgan, no sin entrar en conflicto, en la contemporaneidad. El título, ‘Gaia y los viejos’, es una referencia directa a la narración ‘Susana y los viejos’. La historia de Susana se explica en un breve texto que forma parte de la versión griega de la Biblia: Susana, una hermosa mujer esposa de Joaquín, rico e influyente judío en el exilio babilónico, es deseada por dos jueces ancianos que se ponen de acuerdo para sorprenderla a solas y abusar de ella. Susana les rechaza y los viejos jueces la acusan de adulterio llevándola a juicio, donde testifican falsamente haberla visto acostada con un joven. A pesar de la inconsistencia y las contradicciones de la acusación, la credibilidad y estatus de los acusadores condenan a Susana a morir lapidada.
La historia ha sido repetidamente plasmada en lienzos por numerosos artistas, uno de los más destacados es autoría de Artemisia Gentileschi. Artista nacida en Roma en 1593, fue violada a los 18 años de edad por su maestro el pintor Agostino Tassi, quién era, además, amigo de su padre, Orazio Gentileschi, uno de los más relevantes exponentes de la escuela romana de Caravaggio. Orazio denunció a Tassi ante el Tribunal del Governatore di Roma. En un proceso habitual de la época, la justicia romana, para asegurarse de que no se incurría en una falsa acusación, torturó a Artemisa, quien sostuvo su testimonio durante todo el proceso judicial. Tassi, de quien se descubrieron otros delitos, fue condenado a un año de prisión y al exilio de los Estados Pontificios. Lógicamente el suceso influyó, en gran medida, en la vida de Artemisa y su obra, que a mediados de los años 70 del siglo XX fue leída en clave feminista.
Por otra parte, la sustitución en el título de la pieza de Susana por Gaia, diosa que personifica la Tierra en la mitología griega, traslada a la naturaleza la violación y la tortura que padeció Susana/Artemisia a manos de los hombres.
Sin embargo, en ‘Gaia y los viejos’, se subvierte la imagen culturalmente pasiva, sumisa y maternalmente acogedora de la mujer y de la tierra (en tanto que representada como mujer), como si esta fuera la encargada de cuidar del ser humano como centro de la creación. Aquí Gaia-Susana se muestra como una mujer que alegre y segura de si misma, lanza un ‘fuck you’ a los viejos que la observan desde el fondo, sorprendidos y empequeñecidos. Los viejos son literales, pero también metáfora de una cultura de determinada masculinidad que insiste en ver a la mujer y a la naturaleza como objetos de los cuales abusar. Una cultura barrida por un metafórico y literal tsunami, respectivamente cultural y natural.
‘Gaia y los viejos’ forma parte de la instalación ‘TIME-LIFE-TIME’ y se puede ver hasta el próximo 28 de noviembre.
‘Susana y los viejos’
Artemisia Gentileschi, 1610
170 cm x 121 cm